Renace... ¿o nunca se ha ido?

Recientemente, vemos por las calles de Madrid multitudinarias manifestaciones organizadas por congregaciones "católicas, apostólicas y romanas" con un viejo tufillo a rancio reclamando su propio concepto de matromonio, dejando de lado las pretensiones de un sector de la sociedad perseguida durante años por sus creencias sexuales, siendo famoso el caso del poeta granadino García Lorca allá por los años de la Guerra Civil (36-39), ejecutado por los nacionales acusado de "homosexual".
Todo esto parecería razonable a finales de los años 70, cuando la vieja España "una, grande y libre" debía haber sido enterrada para siempre en el cajón de la memoria, dejando lugar al concepto de Estado multicultural, laico y plural que muchos de nosotros defendemos, plural en lo racial, en la idiosincracia y en la aceptación de que siendo diferentes podemos vivir en un mismo territorio político y jurídico. Tan difícil no es, teóricamente.
El detalle más paradójico es que de las personas que hacemos este blog, algunos somos posteriores al famoso 23-F del 81, y aunque no vivimos la dictadura, el ideario franquista sigue vivo y vigente en la sociedad actual. La juventud debe enterrar los valores que implican homofobia o racismo, estandartes de esa ideología rancia que ve tambalearse los frágiles palos que los soportan. Ya queda menos.
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